¿Disfrutas de la literatura? Aquí podremos compartir opiniones, novedades, noticias, ideas y todo lo que tenga que ver con la ilusión de contar historias.
lunes, 24 de octubre de 2011
Detalles
“Our life is frittered away by details. Simplify, simplify.”
H. D. Thoreau
«Nuestra vida se desperdicia en los detalles. Simplificad, simplificad.»
Ojalá fuera todo tan sencillo... Y yo creo que la vida, sin detalles, no sería lo mismo. Sería más gris, más aburrida. La esencia es lo más importante, cierto, pero los detalles la complementan y le dan color. Besos!
No voy a ser yo el que le lleve la contraria pero me duelen las retinas de ver la imagen. Es cierto que muchas veces los detalles nos hacen perder la perspectiva pero son los que distinguen las situaciones y las hacen especiales.
Aliena, creo que se refería (o así me ha apetecido interpretarlo a mí) a que disfrutemos de la vida, sin pararnos en pequeñeces que nos la amarguen.
Disfruta del picnic, del queso y la fruta, del vino y los refrescos, del paisaje y la compañía... ¿qué más da si las servilletas te las dejaste en la mesa de la cocina?
Un abrazo!!
PD. Ingrid, tú sí... ponle ojo a los detalles, en tu profesión, nuestra vida adquiere significado. ;P
Pepinilla!! Yo eso lo he visto en la pizarra, que hay que tener más valor. Salir a hacer un problema, delante de toda la clase y del profesor, y hacer eso... Pero fue un toque de genialidad.
Jesús, la imagen está estupenda... ¿cuántas veces la habremos visto repetida? Yo ya comentaba arriba que la primera vez que la vi fue en el encerado. De ahí en adelante, no paró de repetirse.
Key, detalles... cuando es para bien, perfecto. Son esos pequeños gestos los que, muchas veces, hacen grande algo.
Sin embargo, ¿para qué complicarse la vida, cuando la vida ya es lo suficientemente compleja? ¿Para qué prestar atención y desvivirnos en miles de pequeñeces que no van a ninguna parte?
La gata, no es fácil, eso lo reconozco. Pero nos la ponemos "más difícil todavía" nosotros.
No creo que la vida pierda color si nos centramos en lo importante. Siempre me gusta pensar en la capacidad que tienen los niños para relativizar, para lanzarse a disfrutar... para saltar en el charco sin parar, aunque lleven zapatos nuevos. Eso son pequeños detallitos sin importancia, frente a lo otro.
Jajaja, Alejandro... ¿Nunca has tenido ganas de hacer eso alguna vez? Tacha arriba, tacha abajo, y asunto resuelto.
Sobre lo otro, siempre y cuando seas capaz de ver que esos detalles existen y qué tienen de especiales, ¿no? Y, sí, detalles importantes... no trivialidades que nos compliquen, como suele pasar la mayoría de las veces.
Quizás tengamos que aprender a convertir lo negativo en detalles y lo positivo en grandes acontecimientos, ¿no?
No estoy de acuerdo. Nuestra vida adquiere significado en los pequeños detalles :P
ResponderEliminarPos eso mismo ando pensando yo ahorita...
ResponderEliminarBesotes
Jajajajaj más de un examen he visto yo así...
ResponderEliminarOjalá tuviera capacidad de simplificar, de quedarme con lo realmente importante.
ResponderEliminar¡Tenemos que simplificar nuestras vidas, sin duda! La imagen, maravillosa. La vi hace algún tiempo como foto de perfil en el Facebook de una amiga.
ResponderEliminar¡Saludos!
Perooo... ¡pero a mí me gustan los detalles! Ummmm pensaré seriamente en el significado de la frase, a ver si me convences.
ResponderEliminarOjalá fuera todo tan sencillo...
ResponderEliminarY yo creo que la vida, sin detalles, no sería lo mismo. Sería más gris, más aburrida. La esencia es lo más importante, cierto, pero los detalles la complementan y le dan color.
Besos!
No voy a ser yo el que le lleve la contraria pero me duelen las retinas de ver la imagen. Es cierto que muchas veces los detalles nos hacen perder la perspectiva pero son los que distinguen las situaciones y las hacen especiales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aliena, creo que se refería (o así me ha apetecido interpretarlo a mí) a que disfrutemos de la vida, sin pararnos en pequeñeces que nos la amarguen.
ResponderEliminarDisfruta del picnic, del queso y la fruta, del vino y los refrescos, del paisaje y la compañía... ¿qué más da si las servilletas te las dejaste en la mesa de la cocina?
Un abrazo!!
PD. Ingrid, tú sí... ponle ojo a los detalles, en tu profesión, nuestra vida adquiere significado. ;P
Jajaja, 40añera, ¿qué más da cómo esté la casa? Mientras siga en el mismo sitio y tú puedas encontrarla, con tu gente dentro, el resto da igual...
ResponderEliminarUn abrazote!
Pepinilla!! Yo eso lo he visto en la pizarra, que hay que tener más valor. Salir a hacer un problema, delante de toda la clase y del profesor, y hacer eso... Pero fue un toque de genialidad.
ResponderEliminarPonte buena prontito!
La pequeña Meg, bienvenida!!
ResponderEliminarJeje... sí, a eso tenemos que aprender muchos. Pero, bueno, por algo hay que empezar, ¿no? Porque nos complicamos la existencia más de lo necesario.
Ya sabes, estás en tu casa!
Jesús, la imagen está estupenda... ¿cuántas veces la habremos visto repetida? Yo ya comentaba arriba que la primera vez que la vi fue en el encerado. De ahí en adelante, no paró de repetirse.
ResponderEliminarGracias por pasarte!
Key, detalles... cuando es para bien, perfecto. Son esos pequeños gestos los que, muchas veces, hacen grande algo.
ResponderEliminarSin embargo, ¿para qué complicarse la vida, cuando la vida ya es lo suficientemente compleja? ¿Para qué prestar atención y desvivirnos en miles de pequeñeces que no van a ninguna parte?
Un abrazo, Matilde!
La gata, no es fácil, eso lo reconozco. Pero nos la ponemos "más difícil todavía" nosotros.
ResponderEliminarNo creo que la vida pierda color si nos centramos en lo importante. Siempre me gusta pensar en la capacidad que tienen los niños para relativizar, para lanzarse a disfrutar... para saltar en el charco sin parar, aunque lleven zapatos nuevos. Eso son pequeños detallitos sin importancia, frente a lo otro.
Un abrazo enorme!
Jajaja, Alejandro... ¿Nunca has tenido ganas de hacer eso alguna vez? Tacha arriba, tacha abajo, y asunto resuelto.
ResponderEliminarSobre lo otro, siempre y cuando seas capaz de ver que esos detalles existen y qué tienen de especiales, ¿no? Y, sí, detalles importantes... no trivialidades que nos compliquen, como suele pasar la mayoría de las veces.
Quizás tengamos que aprender a convertir lo negativo en detalles y lo positivo en grandes acontecimientos, ¿no?
Besets!