sábado, 25 de junio de 2011

Alma


La curiosidad es uno de los mayores incentivos, una provocación como pocas. Dominarla es casi un arte. No temerla, una pasión.

Nuevamente, os recomendamos un cortometraje, con la maquiavélica intención de engancharos a los relatos breves, escritos o filmados.

Tened cuidado... mucho cuidado.



miércoles, 22 de junio de 2011

La M con la A


Lo más valioso que poseemos no puede medirse en dinero y, por lo general, no sabemos apreciarlo como debiéramos.

Quizás, por ello, hoy nos ha apetecido acercaros la historia que narra La M con la A. Con este corto se nos recuerda la importancia de un tesoro, en algunos ya ajado y atrofiado, sin el que la vida nos resultaría bastante más complicada.


Cartel de La M con la A
 

lunes, 20 de junio de 2011

El sueño del caracol


Gran parte de la magia de las historias consiste en acercarse a ellas desde la inocencia. Es decir, sin prejuicios previos ni avances sobre el argumento. Lo cual no quita que cada uno tenga su aprendizaje —propio y general— presente a la hora de conocerlas y, por tanto, pueda establecer relaciones intertextuales o, sencillamente, ser cómplice junto con ellas.

Por eso, por no querer desvelar nada, sólo os dejamos el enlace de este corto —revisionado cada año, disfrutado cada vez—, para que seáis vosotros mismos quienes saquéis conclusiones.

¿Y por qué ese título?



 



domingo, 19 de junio de 2011

Sunshine Awards

En este mundo conocido como la blogosfera, de vez en cuando, los demás blogueros conceden sus particulares premios. Es una de las formas en que se hace sentir esta especie de complicidad establecida entre quienes regalan una parte de su tiempo a los ojos del resto del mundo.

Y, el otro día, nos dieron uno. Éste, el primero, vino del teclado y con la sonrisa de 40añera, a quien se lo agradecemos sinceramente...

Pero este premio trae instrucciones. Son tres puntos a cumplir.

Logo prestado de los premios
1. Agradecer a quien nos lo envía.
¡Gracias, 40añera!

2. Escribir una entrada sobre el premio.
Para muestra, un botón.

3. Entregarlo a doce blogs que consideremos merecedores.
Difícil, porque lo merecen más de una docena de ellos. Así que procuraremos no repetir y dárselo a quienes, quizás, aún no lo tengan. Con lo cual, ahí va la lista, aunque no están todos los que son, pero sí son todos los que están.

A tientas, nos deja Saramaga reseñas literarias estupendas de libros para todos.
Acróbata donde somos conscientes de la pertinencia de las imágenes, cuando sobran las palabras.
Alice se perdió, porque lo mejor de perderse es volver a encontrarte.
Baker Street, un lugar donde Esther y Berta nos traen fragmentos, frases, obras... inolvidables una vez las has rescatado del recuerdo.
El lector corrector, porque refleja una sensación que pocos comparten.
El pirulo cósmico, porque el sol de Víctor mira el universo desde una isla... y nos lo enseña.
El poemario de Viriato donde no existe la renuncia ni el desaliento, por muy fuerte que sople el viento.
Embriogénesis, porque Marcos juega sin Ley con Saussure.
La caverna literaria en la que Jesús no deja que permanezcamos ciegos.
La mirada de Casiopea, en una noche con luna.
Lady Suchard donde la identidad y el ser no siendo nos mantienen observando las estupendas imágenes.
Miss Frenesí a quien pedimos que nunca abandone la escritura.

¿Y tú a quién se lo das?


viernes, 17 de junio de 2011

Atocha 8

Una de las muchas ventajas de compartir espacio, ideas y trabajo en AM Estudios es la variedad de proyectos en los que podemos involucrarnos y cómo los demás participan en los propios.

Este verano nos quedamos en Madrid, pero no a pasar calor, sino para disfrutar de los Talleres Atocha 8. ¿Y qué es eso?

Sala superior
¿Aún no lo sabes? Son 8 talleres de Interpretación y otros 8 de Técnicas circenses, impartidos por profesionales destacados de ambos mundos, reunidos, de forma excepcional, en un espacio con mucha magia durante este caluroso verano madrileño.


Perspectiva de sala inferior
En la disciplina de Interpretación, contaremos con Charo Amador, Alfonso Romera, Marta Carrasco, Glenn Caulfield, María José Frías, Mar Aleixandre y Eduardo Fuentes. Mientas que sobre las Técnicas circenses, compartirán sus conocimientos y darán muchas claves José Piris, Cristina Calleja Bolado, Stèphanie Bouchard, Rubén Martín, Denis Daniel De Vailly y Víctor Sánchez.

Sin  añadir nada más, dejándoos a vosotros el trabajo de investigación, sólo deciros...

Seize the summer!

domingo, 12 de junio de 2011

Pueblo blanco

La historia los ha llamado trovadores, bardos, rapsodas o, sencillamente, poetas. Ellos, a cambio, nos han dibujado el universo en lo concreto. Han hablado de alguien y nos han reflejado a todos. Han descrito un pueblo y nos han mostrado el mundo.

Y lo han hecho con la certeza de que a miles de kilómetros de casa, atravesando océanos de tiempo, como una compañía perenne, siempre caminará junto a nosotros aquello que conocemos.

Pueblo blanco
 Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco,
bajo un cielo que a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.

Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra,
sólo el olvido camina lento
bordeando la cañada,
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.

Por muy yermo o solitario que sea, unos con mayor intensidad que otros, ¿quién no siente ese apego por el sitio que fue testigo de la propia vida?

El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura,
el cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán,
y mi pueblo después
vio morir a los tres,
y me pregunto: por qué nacerá gente
si nacer o morir, es indiferente.

¿Dónde, mejor que en aquel lugar, se puede comprobar el paso del tiempo? ¿Dónde?, le preguntaríamos a Giuseppe Tornatore y, seguramente, nos señalaría la pantalla.

De la siega a la siembra
se vive en la taberna,
las comadres murmuran
su historia en el umbral,
de sus casas de cal.

¿Y cuándo no ha habido que trabajar duro, mientras el gran consuelo del espíritu ha sido compartir la voz y el silencio con la solidaridad de quienes están, también, allí?

La casa de Bernarda Alba
Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que noche a noche forjaron en su mente,
fuerte para ser su señor
y tierno para el amor.




¿Por qué el ser humano siempre ha necesitado de alguien que le aporte las ilusiones que le faltan, que le de el impulso para saltar y alcanzar sus propias estrellas? Sin embargo, ya quedó claro que Pepe el romano nunca fue la solución.

Ellas sueñan con él
y él con irse muy lejos,
de su pueblo y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir
quieren morirse al sol,
la boca abierta al calor, como lagartos
medio ocultos tras un sombrero de esparto.

¿Cómo se evita el dolor adulto, nacido en el corazón de quien fue niño, al sentir que nuestros mayores, cargados de resignación, esperan su fin?

Escapad gente tierna
que esta tierra está enferma,
y no esperéis mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.

Y, por mucha vitamina D que aporte, esto no se cura con Sol.

Toma tu mula, tu hembra y tu arreo,
sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna,
tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar,
es mejor frente al mar.

¿A cuántos sigue tocándoles aprender a escribir un remitente nuevo, uno muy lejos de casa?

Pueblo blanco, Almería
 Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas,
y atravesando lomas
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí,
pero los muertos están en cautiverio

y no nos dejan salir del cementerio.
  

El deseo de huir de aquellos que viven paralizados, de aquellos a quienes no dejaron vivir. Porque eso es lo que hay en los cementerios de cualquier lugar, ¿no?

 
Al final, sin poder eludir esta forma de intertextualidad, este Pueblo blanco de Serrat nos habrá recreado en la mente ese pueblo de casas encaladas, calles en calma, con abuelos sentados en sillas de mimbre junto a las puertas, mirándote pasar.

¿Quién puede abstraerse de lo conocido...?

sábado, 4 de junio de 2011

De poder imaginar


Existe gente que ve historias allá por donde va. Alza la mirada hasta el espejo retrovisor, mientras espera en un semáforo, y ve una escena completa dentro del coche de atrás. Están discutiendo, ¿conduce ella?, la madre de él le ha elegido los calcetines para la boda, son color pistacho, ¡¡ella es alérgica a los frutos secos!! Verde.

Pizzas precocinadas, pan de sándwich, cerveza, mayonesa, palitos de pescado, jamón plastificado, calamares a la romana congelados, cruasanes con chocolate, leche entera, cerveza, tortilla de patata al vacío, papel higiénico, pan de hamburguesa con la carne hecha ya dentro, cerveza… bip, bip. Le va a dar el escorbuto, ¿qué tal un kilo de naranjas? Fuerte, con el pelo aún húmedo y las manos anchas, trabajadas. Tiene algunos arañazos profundos en los brazos y no ha logrado deshacerse de la grasa que ennegrece sus uñas cortas, sin embargo el sempiterno sello de oro está impoluto. Vive solo, aunque no gana poco, pero es tímido para el tipo de compañía a la que, normalmente, puede acceder en su círculo. Necesita a alguien a quien invitar a una mariscada, pero es vegetariana y lee libros de personas con nombres sin género. Son sesenta y tres con catorce.

¿Cómo puede haber más de ochocientas puertas de embarque en un aeropuerto con dos terminales? Menos mal que inventaron las cintas mecánicas, qué calor… «¿Hola?» Ejecutivo cuarentón, bajito y mal conservado, busca compañera de viaje y «lo que surja». Ha avistado a una veinteañera, medio hippie, y pasa al ataque. «¿Vuelves a casa? ¿Estudias o trabajas?» ¡No! ¿En serio? ¿Qué es esto, una película de Manolo Escobar? Ella, amablemente, responde. El tipo se siente observado, por qué será. Estás haciendo el ridículo, so baboso, y lo peor es que la mema esa te sigue la bola… Pobrecita, son casi tres horas de viaje. Desde la pasarela acristalada de aquellos que sólo llevaban equipaje de mano se ve la zona de recogida para quienes facturaron y allí está otra vez, ahora su sonrisilla es completamente rijosa, mientras la mira con ojos de buitre y ella, ensimismada, no para de charlar. De nuevo, él se siente observado; de nuevo, por qué será. Gira levemente la cara hacia la cristalera y ve a un pequeño grupo de personas, que niegan con la cabeza, mirándolo sin reparos. No imaginamos tu historia, nos conocemos tu cuento.

Wicklow
Una puerta enorme, pesada, con desconchones que dejan entrever la vieja madera mal tratada con el paso de los años. Pero no por el tiempo, sino por la ignorancia. Pintada y repintada, en lugar de lijada y barnizada. La mirilla de disco está condenada, los sesenta tapizaron esta puerta por dentro con tela de cortinas y remaches dorados. Una década después instalaron el ascensor, ¿cómo podían subir y bajar las señoras de postín estos cuatro pisos que te roban el aliento de siete? Está claro que el servicio, acostumbrado a recoger aceitunas desde niños en el campo, no tendría problema alguno en acarrear escalones arriba todos los caprichos y demás detalles pertinentes para los señores. Su segundo cambio de siglo jubiló totalmente la cadena y le incorporó sendos cerrojos de barra. En breve, el párvulo telefonillo de apenas cuarenta años dejará de hacerle compañía y aparecerá en escena otro más nuevo, más pequeño, más moderno, pero no mejor. Y ella se seguirá abriendo, encerrando los hilos de muchas vidas.

Na Cúirteanna Breithiúnais Coiriúla
Por eso, a veces, este tipo de personas se queda con la mirada perdida. Por eso, también, se abstrae y disfruta tanto en una playa perdida en la que no se puede bañar, sin riesgo de pasar a formar parte de la sección de congelados del supermercado. Por eso, además, le importa cómo huele dentro de alguna iglesia, qué tacto tienen las piedras de ese puente por fuera o cómo suenan las palabras inscritas en letreros que no entiende.

Y a ti, ¿qué te cuentan?

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