Dulces premios

Siempre es un incentivo para seguir adelante y mejorar que los demás reconozcan, de alguna manera, el esfuerzo y el trabajo que hacemos, sabiendo obviar los pequeños detalles que no terminan de convencerlos.

Por eso, es un placer traeros esta entrada, porque, además, supone un gesto de confraternización con otras personas cuyos dedos se afanan inquietos sobre distintos teclados para compartir ideas, sonrisas y vivencias.

Este premio, en realidad, son tres. Así que ahí van.

¡Uno...

 

 dos...

 

1.      Di un adjetivo que te defina. Un adjetivo que nos defina... perfeccionistas.

2.      Un animal que comience con una de las letras de ese adjetivo. Eh... puma, elefante, rinoceronte, fan enloquecido, camello, cabra, impala, ¡oso!, nutria, iguana, sapo, toro, águila, serpiente. ¡Ah, que sólo era uno! Entonces, gamusino.

3.      El color que más te guste que pueda tener ese animal. Aquí nos gustan todos los colores, lo malo es la ausencia de ellos.

4.      Una comida que te agrade que tenga también ese color. Helado, de todos los colores y sabores.

5.      ¡Dale el premio a cinco Sweets Blogs! Esto viene después.

y tres!

Contar tu mayor sueño. En este momento, el mayor sueño de AM Editorial sería seguir creciendo, para poder dar más opciones y oportunidades.

El blog que nos concedió este premio es Pato en el agua. ¡Gracias!

Y como no nos los podemos quedar, sino que hay que entregarlos y pedirles a estos blogeros que hagan una entrada con ellos, ahí van los seis elegidos.

Viviendo para contarlo de Alejandro.

Maullando por los tejados de La Gata.

Las mariposas producen huracanes de ManjoExLibris.

Lo que diga el espantapájaros de Lo que diga el espantapájaros.

Nefertítica perdida de Nefer.

La Pérfida Canalla de ella misma, auténtica e irrepetible.

Gracias a todos...

Capacidad de perdón

Aprovechando que hoy hace 112 años de su nacimiento y al hilo de la frase de la entrada anterior, aquí va esta reflexión. 

«Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.»

 Jorge Luis Borges

 ¿Esa es la única manera que existe de perdonar? ¿Hay cosas imperdonables?

¿Es dulce el sabor de la venganza?

"Die Welt machte mir zu einer Hure, nun mache ich sie zu einem Bordell."

Der Besuch der alten Dame, Friedrich Dürrenmatt

«El mundo me convirtió en una puta y ahora yo lo convertiré en un burdel.»

 ¿Lo habéis probado?

Pecados

Al igual que le sucede al mar con la luna, la mente es víctima del influjo de su entorno. Hecho que ya hemos comentado en otras ocasiones. E, inevitablemente, cuando alguien se sienta a escribir, siempre deja traslucir fragmentos —enormes o minúsculos— de una realidad. Pero al subconsciente le gusta jugar y toma caminos peculiares…

La literatura está llena de personajes esclavos de sus «pasiones», las cuales los conducen, sin remedio, al «pecado».  Y estos, según la tradición occidental, son siete. Así, pues, ahí va un reto.

¿Sois capaces de nombrar un personaje literario para cada uno de ellos?

Por ejemplo…

Avaricia: Ebenezer Scroodge en A Christmas Carol de Charles Dickens.

Envidia: Yago en Othello, the Moor of Venice de William Shakespeare.

Gula: Joe en Pickwick Papers de Charles Dickens.

Lujuria: Volpone en Volpone de Ben Johnson.

Pereza: La cigarra en La cigarra y la hormiga de Esopo.

Ira: Othello en Othello, the Moor of Venice de William Shakespeare.

Orgullo: Elizabeth Bennet en Pride and Prejudice de Jane Austen.

 

*Descartados la Divina Commedia de Dante Alighieri y Se7en en su versión escrita.

Rey de reyes

 Ozymandias

 I met a traveller from an antique land
Who said: ‘Two vast and trunkless legs of stone
Stand in the desert. Near them, on the sand,
Half sunk, a shattered visage lies, whose frown,
And wrinkled lip, and sneer of cold command,
Tell that its sculptor well those passions read
Which yet survive, stamped on these lifeless things,
The hand that mocked them and the heart that fed.
And on the pedestal these words appear --
"My name is Ozymandias, king of kings:
Look on my works, ye Mighty, and despair!"
Nothing beside remains. Round the decay
Of that colossal wreck, boundless and bare
The lone and level sands stretch far away.’ 

                                                                                                               Percy B. Shelly 

  Conocí a un viajero de un antiguo país
que dijo: «Dos enormes piernas de piedra
se yerguen sin su tronco en el desierto...
Junto a ellas, en la arena, semihundido
descansa un rostro hecho pedazos, cuyo ceño fruncido
y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,
cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones
que todavía sobreviven, grabadas en la piedra inerte,
a la mano que se mofó de ellas y al corazón que las alimentó.
Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, oh poderosos, y desesperad!"
No queda nada a su lado. Alrededor de las ruinas
de ese colosal naufragio, infinitas y desnudas
se extienden las solitarias y llanas arenas.» 

Young Memnon, Ramses II

Cuenta la historia que Shelly se inspiró en la estatua de Ramses II, que fue donada al Museo Británico en 1816, aunque no llegó a Londres hasta 1818.

En el poema, éste parafrasea la inscripción que se halla en el trono del faraón egipcio: «Rey de Reyes soy, Ozymandias. Si alguien quiere saber cuán grande soy y dónde estoy, que supere una de mis obras».

Elemental, mi querido... Manolo

¿Quién no ha tenido un compañero de trabajo al que le hubiera gustado eliminar de la faz de La Tierra? ¿Qué estudiante no ha detestado a un profesor hasta el punto de querer borrarlo del mapa? ¿A quién no le ha apetecido alguna vez deshacerse de un «amigo» problemático? ¿Y terminar definitivamente con un ex que ya no es ni debería haberlo sido jamás? ¿Por qué no hacer que los vecinos se muden a una caja de madera a dos metros bajo tierra?

Hay personas que, con mucho esfuerzo, consiguen desarrollar cierto «carisma» y despertar este tipo de impulsos en los demás. Aunque la mayoría de la gente no pasa de ahí, sí hay quien decide llevar a cabo sus planes. Y eso es lo que sucede en Un asesinato matemático.

En esta obra que el almeriense Manuel Úbeda ha querido editar con nosotros, seguimos las trepidantes peripecias de un joven estudiante del último año de Matemáticas en los días previos a final de curso, para encontrar al autor del asesinato cometido en la facultad y demostrar su propia inocencia.

Manolo, que así se llama nuestro protagonista, cuenta sólo con tres días para realizar su investigación y eso lo lleva a una carrera contrarreloj llena de angustia y suspense. Sin embargo, no perderá nunca su sentido del humor y logrará arrancarnos unas cuantas sonrisas.

Aunque él es la figura central de la historia y todo un «personaje», hay un elenco completo muy bien caracterizado, tanto entre el grupo de compañeros y amigos como en el de los profesores. Y eso se debe a que, no en vano, Manuel Úbeda conoce de primera mano este ambiente académico, ya que es Profesor Titular de la Universidad de Almería y, además, tiene el título de Detective Privado.

Así que ya sabéis, si os apetece reíros, mientras os mordéis las uñas hasta los codos, intentando averiguar quién es «el malo», aquí va nuestra recomendación.

Más allá del ego

Cuando alguien crea algo lo hace como expresión de sí mismo, en mayor o menor medida. Si llega otro individuo, lo toma y se autoproclama su autor, le está robando parte de su identidad como persona al creador original.

Lamentablemente, en la blogosfera, más que en otros ámbitos, existe ese problema ya como una costumbre.

Sí, indiscutiblemente, éste es un mundo de exposición y todos mostramos, lo propio y lo ajeno. Aunque el anonimato que proporciona, en muchos casos, garantiza el deseo de compartir por placer —quizás, devenido de la atención—, más que por la recompensa de cualquier otra índole.

Sin embargo, no podemos dejar de reconocerles a los demás sus esfuerzos ni, mucho menos, hacerlo de forma sistemática. Por eso, nos unimos a la Campaña Anti-copia y os invitamos a que, si estáis de acuerdo, vosotros también lo hagáis.

No es una cuestión de ego, sino de respeto.

Atronador

«Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.»

Mahatma Gandhi

Peligro: estupidez

“Nothing in all the world is more dangerous than sincere ignorance and conscientious stupidity.”

 Martin Luther King

 

«Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.»

 

Marx Brothers