Ayer se celebró la gala vigésimo quinta de los Goya, y la gran ganadora fue Pa Negre, una película basada en el libro homónimo de Emili Teixidor. De las catorce estatuillas a las que optaba, se llevó nueve, incluida la de mejor guión adaptado.
Escena de la película |
Con este premio se reconoce la labor del guionista al conseguir «traducir» la obra de un lenguaje plenamente literario a uno cinematográfico. Trabajo que no es fácil. Desde el principio, el guionista se enfrenta a las expectativas creadas por el libro original, en todos aquellos que ya lo conocen, viéndose obligado a no defraudarlos.
Además tiene la desventaja del tiempo, ya que debe condensar una historia que puede durar días, meses o años en tan solo un par de horas. Esto pone a prueba su capacidad de síntesis y su habilidad para transmitir, no sólo el mensaje, sino los ambientes, contextos, y sensaciones provocadas en el lector.
Una vez más, el cine se nutre de la literatura para contar una buena historia.
Desafortunadamente, desconozco este libro y esta película en particular. Pero... hablando de las adaptaciones en general, muchas veces son decepcionantes. El libro te llega más, quizás por el tiempo, porque te acompaña durante horas y horas. O quizás porque la imaginación de cada uno, estimulada por las palabras que lee, es ilimitada...
ResponderEliminarAbrazos
Bienvenida, E.lectora.
ResponderEliminarCada arte tiene sus ventajas y desventajas. Desde aquí, también preferimos la lectura del libro. Y si luego podemos disfrutar de su adaptación cinematográfica, mejor, porque así obtenemos perspectivas distintas. Además, siempre por este orden.
Un abrazo