Quizás, los acontecimientos históricos que han ido contribuyendo a su magnificencia no hayan sido siempre positivos. Seguramente, el coste económico y su consecuente gasto humano, a lo largo del tiempo, hayan sido tremendos. Y ni que decirte tiene que habrán existido demasiados que, aprovechando la coyuntura, se hayan beneficiado de forma ilegítima de su presencia y sistema.
Sin embargo, ahí permanece, tras guerras, celebraciones, revueltas y años… guardando los tesoros en palabras que se produjeron antes y todos los que se han ido produciendo posteriormente.
El 1 de marzo de 1712, abría sus puertas al público la Biblioteca Nacional de España, aunque no pasaría a llamarse así hasta 1836. De este modo, podría decirse que hoy se cumple su tercer centenario. Y, tras esos trescientos años de recolección y pérdidas, esta institución cuenta con un fondo de más de 28 millones de publicaciones generadas en este país, entre libros, partituras, revistas, grabados, mapas, folletos, cromos, etc.
El edificio de su sede, construido sobre el terreno de un antiguo convento, suele resultar atractivo, pero las historias que atesora en su interior, definitivamente, cautivan.
Sin duda, los tesoros que deben encontrarse allí...no lo puedo ni imaginar...
ResponderEliminarMira que he pasado veces por la puerta y siempre pienso, "un día tengo que entrar". ¡A ver cuándo llega! ¿Por qué no nos cuentas alguna de esas historias?
ResponderEliminarEs un edificio pobre, construido en ladrillo y no en piedra, pero lo que importa es lo que atesora en su interior. ¡Hay un libro mío! :-)))))
ResponderEliminarBesitos,
Un tesoro en una caja fea
ResponderEliminarNo se que ha pasado pero he perdido tu enlace en mi blog y entre que no prodigo mucho y el no verte he sido mu, pero que mu mala
Un beso