domingo, 17 de abril de 2011

Literatura, ¿obsolescencia programada?

Si hace unos meses nos hubieran preguntado qué era la «obsolescencia programada», probablemente no hubiéramos sabido qué responder. Pero, ahora, parece que casi todos somos conscientes de su significado, aunque no demasiado de sus consecuencias.

Uno de los grandes responsables de la difusión, aquí, de esta expresión para determinar aquello de «ya no se hacen las cosas como antes» ha sido el estupendo documental Comprar, tirar, comprar, emitido en La 2.

En él, se nos muestra cómo, desde la fase del diseño, se crean productos de toda índole con una «esperanza de vida útil» muy corta, de consumo rápido, frágiles... o, sencillamente, atractivos según la moda imperante en esa temporada.

«El mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos». Mahatma Gandhi
 
Pero, entonces... ¿qué sucede con la literatura? Y aquí es donde surge el debate, las discusiones y los desacuerdos.

Primera gran diferenciación. El libro como soporte, como objeto, y la literatura como contenido. ¿Hay que considerar ya obsoletas las obras impresas? Cuando el número de lectores que utilicen e-books sea muy superior al que se mantenga fiel al modo tradicional, ¿empezarán a marearnos con las extensiones de archivo válidas para poder leer en tal modelo o en cual versión del mismo producto? ¿No lo están haciendo ya?

En lo referente a las temáticas, por abordar una de las muchas facetas —estilo, estructura, recursos, etc.— sobre el contenido, ¿no existe una fecha de caducidad relativa e inherente a los temas que ahora inundan el mercado editorial? Hoy se escriben publican obras sobre adolescentes y vampiros, hace unos años sobre códices y enigmas pseudo-históricos... independientemente de la calidad de estos. Entonces, ¿son los bestsellers libros de obsolescencia programada? ¿Eso también incluye a los movimientos artísticos?

Sí y no. Aquí tenemos, como ya hemos comentado en otras ocasiones, una de las razones que convierten una creación literaria en un clásico, la que ha hecho de Shakespeare un gigante. Es decir, la universalidad de la obra, más allá del tiempo y otras variantes. Porque Drácula es algo más que mordiscos.

Segunda gran diferenciación. ¿Es la literatura un producto? ¿Un producto de consumo, con vida útil? Según los que mandan, sí, ya que nos cobran el IVA sin ningún tipo de remordimientos.

Es más, sea literatura o no, son un gran sustento de los grupos editoriales, son los que en realidad permiten la existencia del verdadero mercado literario. Estamos hablando de los libros de texto. Estos dejan de ser válidos, tanto por sus contenidos como por su creación para ser utilizados en lugar de los cuadernos, de un curso a otro. De hecho, quizás una posible entrada lleve el siguiente título: Libros de texto. Obsolescencia programada «por prescripción». 


Hay más diferencias, bastantes más puntos que se podrían debatir, montones de interrogantes por contestar. Pero, en definitiva, se podría decir que, al igual que ha sucedido siempre, la creación literaria está innegablemente determinada por las circunstancias sociales del momento... y sólo hace falta mirar a nuestro alrededor para saber en qué tipo de sistema estamos inmersos.

¡Ah!, nosotros también tenemos obsolescencia programada, ¿no?

10 comentarios:

  1. Mucho que comentar y poco tiempo para ello...
    En principio no creo que el formato del libro como soporte para los que nos gusta leer caiga, yo uso ambos formatos dependiendo de las necesidades y creo que muchos lo harán igual, que cargar con un libro de Fen folen en el bolso es un martirio.
    La temática da lo mismo hay que encontrar el gancho que lleve a la senda de las letras luegi se descubrirán nuevos temas y como resultado un lector, eso es un premio...
    Mañana más ahora me voy a dormir
    Besos

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  2. Hola amigos de AM Editorial, pues me parece muy interesante este debate y sobretodo el término de la obsolescencia programada. De los libros electrónicos ya di mi opinión en una entrada a mi blog sobre la noticia de que Lorenzo Silva sacase a precio amigo sus novelas en este formato. Pero donde sí que me voy a mojar aquí es en lo de que la literatura sea o no un producto. Yo creo que no, que la buena literartura no lo es. Y con ella no existe ningún tipo de obsolescencia. Eso los lectores lo vemos, o creo que los que nos tenemos por buenos lectores así lo apreciamos. Un éxito de ventas ayer o el año pasado no tiene por qué ser una obra de referencia como Drácula o La Metamorfosis. Ahí es donde también tienen mucho que decir las editoriales. No sólo es ver la rentabilidad de tal o pascual autor, es ver esa aportación, esa novedad de alguien que empieza o no. Ser original es muy dificil pero no serlo ya sabemos qué nos reporta.
    Un saludo.

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  3. Creo que los libros de papel siempre existiran, a los que disfrutamos con la lectura desde hace muchos años nos encanta eso de palpar, oler, sopesar un libro.

    Bueno, como la montaña no va a Mahoma (entre otras cosas porque no tiene ni idea de que existe) tendrá que ir Mahoma a la montaña...jajajaj, en fin, eso, que voy a dejar por aquí, con vuestro permiso, una pequeña huella mía para saber volver.

    Saludos.

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  4. Hola, 40añera:

    Sí, es una charla para disfrutar delante de un vaso de leche con galletas, porque da para mucho.

    Obviamente, es comprensible que todos utilicemos lo que más nos convenga (cargar con los pilares de la tierra metidos en el bolso es una proeza). Pero, en el momento en que se está eligiendo el ebook, ya baja la demanda del libro tradicional.

    Por una parte, la producción y distribución del ebook es infinítamente más económica (te saltas un montón de intermediarios), y eso también abarata el precio.

    Pero, por otra, una vez que tienes un libro físico en tu mano, nadie puede vetarte su lectura. Mientras que, en el otro sistema, entramos en las extensiones de archivo, los pluggins, las baterías que se acaban a los trece meses... ¿Has visto el documental? En él, se muestra una impresora común con un chip instalado de fábrica que limita el número de impresiones. ¿Por qué no iban a hacer eso con los e-readers, hasta cierto número de lecturas?

    ¿Quizás sea éste un método para arrastrar a los lectores a las obsolescencia programada?

    ¿La temática da lo mismo? ¿Piensas que, hoy en día, tenemos esa libertad?

    Abrazos y gracias por tu opinión. Ah! Y descansa...

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  5. Hola, ginesvera:

    Nos pasaremos a leer esa entrada que nos comentas.

    Cierto, como ya decíamos, Drácula son más que mordiscos. Habla de sentimientos universales que han existido, existen y existirán allí, aquí o en Marte.

    Sin embargo, hay pocas editoriales que tengan un sello dedicado a ese aporte a la literatura, ya ni pensar en editoriales que se ciñan a ello completamente y tengan "éxito".

    Y, vale, hay que tener en cuenta que la tipología de los lectores es muy variada, incluso va con el estado de ánimo de cada uno de nosotros en distintos momentos. Con lo cual, habrá días en que estemos para Kazuo Ishiguro y otros que necesitemos algo más descafeinado.

    Además, ¿el ser un bestseller y aportar algo al mundo de la literatura es incompatible?

    Abrazos

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  6. Buenas tardes, acróbata:

    Hay quien fuma y necesita hacerlo con cierta regularidad. También hay personas que no se sienten bien consigo mismas si no corren sus cinco kilómetros diarios... y a otros nos falta algo si no leemos un ratito (o ratazo, a poder ser) todos los días. Nos entra el mono de devorar historias.

    Y, aun así, hace tiempo que traicionamos, con bastante asiduidad, al libro en papel, por mucho que lo amemos. Simplemente, porque nos es más asequible. Así sí nos podemos costear "tanto vicio".

    ¿Qué detendrá al resto de lectores?

    Abrazos mil y ahora mismo sale una expedición a la montaña.

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  7. Más que el posible cambio de envase de la literatura, que también me preocupa -nací y he vivido en la era Gutenberg y es con la imprenta con la que me he identificado-, me preocupa la defensa de la cultura y, en concreto, de la literatura bajo el modelo de las nuevas tecnologías. Tal defensa incluye combatir su vulgarización y banalización en el marco de una red de libre acceso, teledirigida por el mercado bajo nuevas formas de ánimo de lucro. Se trata, en mi opinión, entre otros, de denunciar la conversión de la literatura en una mercancía más, reduciéndosela a objeto de consumo y valorándosela por la cifra que representa en el producto interior bruto.
    La obsolescencia programada forma parte del mercadeo y afecta a los libros, pero confío en que la literatura con mayúscula perdure. Claro que, entre tanto, muchísimos libros de alta calidad literaria ni se venderán, si es que llegan a publicarse.
    Gracias, AM. Abrazos.

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  8. Bueno yo soy de las que si lo leo en digital luego tengo que comprarlo en papel así que conmigo ese tema está más que saldado pues mi problema es simplemente de transporte en casa las estanterías se caen del peso porque me gusta disfrutar de el placer de la lectura en papel. por lo tanto creo que soy un chollo para las editoriales porque invierto en ambos formatos.
    No he tenido el placer de ver el documental, la verdad veo poca tv, más bien nada así que intentaré buscarlos por las redes autorizadas...
    Cierto es que hoy las cosas en general están hechas para no durar y lanzamos al consumismo es un técnica del mercado actual a la que por desgracia estamos cada vez más abocados yo sigo siendo amante de lo de siempre y me entristece esa pérdida quiero pensar que encontrareis el camino que nos lleve a la senda del reciclaje para reutilizar todo eso que nos están vendiendo con fecha de caducidad y que por otra arte necesitemos cada día menos y así rebajar el consumismo para invertir el movimiento en el que estamos metidos, no se si me explico porque me lío un poco.
    En cuanto a la temática me refería a que siempre que consigamos hacer que un niño o un adolescente lea y se enganche a la lectura conseguiremos que busque sus gustos y sea capaz de disfrutar con un libro entre sus manos y eso amigo no me negarás que es importante,, así hoy son los vampiros románticos y lánguidos en otro tiempos fueron las novelas del oeste o las costumbristas...
    Me voy a la cama mañana más
    Un beso

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  9. Jardín de estatuas sin ojos, hola...

    Y es sangrante saber que se realizan tiradas de más del doble de lo que se espera vender y que, luego, el resto lo "destruyan", mientras hay gente menos afortunada en el mundo que apenas puede aprender a leer porque no tiene el qué.

    A eso hemos llegado, en esas está el mercado y sus ansias de beneficios, aunque lo que estés vendiendo sea cultura, arte.

    Nos quedaremos con ese rayito de esperanza compartida, con saber que, cada vez que damos con un buen libro, nos ilusionamos como los niños cuando los llevan zoo-acuarium... que no paran de hablar de cómo fue tal cosa y quién dijo tal otra.

    Gracias a ti :)

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  10. Buenas tardes, 40añera:

    El link del documental aparece si pinchas sobre su nombre en esta entrada.

    Pero ¿sabes cuál es el problema en cuanto a ese consumismo en general? Que siempre habrá quien quiera más y más... Y ya nos conducimos por el impulso de poseer, de gastar.

    Un ejemplo claro, bastante universal, la comida. La gente ya no va a los pequeños restaurantes, prefiere ir a grandes cadenas en las que la comida no sabe a nada, ya que son congelados precocinados.

    No elegimos comernos los melocotones en temporada... no, los compramos en enero (vaya usted a saber de dónde han salido), aunque aquello sea como estar masticando corcho.

    Y, probablemente, con la literatura suceda lo mismo.

    Es importante que el hábito lector comience desde edades tempranas. Pero no me negarás, ¿amigo?, que Platero y yo tiene más "sabor" que las sagas vampíricas. Sí, es estupendo que niños y chavales lean, pero no a cualquier precio. Ya que, mediante la lectura, se nos pueden inculcar a todos muchas cosas... y no todas son buenas.

    Que descanses y gracias por tu opinión :)

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Y... a todo esto, ¿tú qué dices?

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